Hay que recordar lo que fuimos para saber lo que somos

Por desgracia la Historia de nuestro país poco importa a los políticos de turno. Si permitimos esto, terminaremos sin saber qué fue España y dejaremos que el devenir de los sucesos actuales borre nuestra memoria.

jueves, 26 de agosto de 2010

La Batalla de Puentesampayo



La batalla de Puentesampayo o Puente Sampaio fue un enfrentamiento armado de la Guerra de la Independencia Española que tuvo lugar en la localidad gallega de Puentesampayo (Pontesampaio en gallego, actualmente perteneciente al municipio de Pontevedra), entre los días 7 y 9 de junio de 1809.
El coronel Pablo Morillo recibió el encargo de organizar y alistar a todas las fuerzas posibles en torno a la ciudad de Pontevedra para convertirlas en un ejército para la lucha contra los franceses. Una vez organizadas las tropas en lo que se denominó la División del Miño, Murillo recibió una petición de ayuda de Cachamuiña, quien se encontraba atacando Vigo.
Ambos líderes acordaron actuar conjuntamente y el ataque español sobre Vigo se saldó con éxito, obligando a la guarnición francesa a rendirse. El mismo Cachamuiña derribó con un hacha de mano la puerta de Gamboa.
Tras la rendición de la ciudad, la guarnición francesa fue embarcada en un buque inglés para salvarla de la ira popular. Posteriormente, Morillo decidió atacar Marín, dónde había un destacamento francés. Con la ayuda de dos buques ingleses, las tropas españolas atacaron por tierra y mar desde la península del Morrazo. La guarnición francesa de Marín huyó y se refugió en Pontevedra.
La acción decidida de las tropas españolas liberó prácticamente toda la provincia de Pontevedra excepto la capital. Mientras, Morillo dividió sus fuerzas en dos partes, la de El Morrazo y la de Cotobade, también llamada la unidad.

Morillo, organizado ya su ejército, decidió marchar hacia la ciudad de Pontevedra. Las tropas francesas se retiraron a Santiago de Compostela al enterarse del avance español, donde fueron reforzadas con otras tropas llegadas de La Coruña. Tras el nuevo vuelco de la situación, Morillo recibió el encargo de cortar el avance francés y decidió plantar batalla en Puentesampayo. Las tropas españolas cortaron dos arcos del puente sobre el río Verdugo. Las tropas españolas se atrincheraron en la orilla sur con la intención de detener el avance del Cuerpo de Ejército, mandado por el mariscal Michel Ney. Los defensores contaban con dos cañones facilitados por Antonio Gago de Marín, y tres provenientes de Redondela. Al mando de la defensa del paso estuvo Juan D'Odogerty.

El 7 de junio, el mariscal Ney, al mando de 10.000 hombres, atacó realizando un ataque frontal sobre el puente cortado, siendo rechazado con serias pérdidas. Al día siguiente, Ney ordenó a una parte de sus fuerzas que atacaran en Caldelas, dos leguas río arriba, cuyo puente no había sido destruido. Al otro lado del río, los paisanos de El Morrazo, Pontevedra y La Lama se atrincheraron con piedras y troncos de árboles. La batalla, al igual que en Puentesampayo fue terrible. Los mamelucos, la caballería de élite del ejército francés, cargaron en tres ocasiones contra los voluntarios gallegos, que los rechazaron en otras tantas ocasiones.

El día 9, Ney convocó consejo de sus oficiales y decidió la retirada. Esta fue penosa porque el ejército francés resultó acosado por los guerrilleros que atacaban y mataban a los soldados rezagados. Las tropas de Ney se reunieron en Lugo con los de Jean de Dieu Soult, que tuvieron que abandonar Portugal y todos juntos se retiraron de Galicia en julio de 1809. El choque supuso la definitiva evacuación de Galicia por parte del ejército napoleónico y la creación de un nuevo frente para sus armas.

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