Hay que recordar lo que fuimos para saber lo que somos

Por desgracia la Historia de nuestro país poco importa a los políticos de turno. Si permitimos esto, terminaremos sin saber qué fue España y dejaremos que el devenir de los sucesos actuales borre nuestra memoria.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Francisco Cabarrús



Francisco Cabarrús Lalanne (Bayona, Francia, 1752 - Sevilla, 27 abril de 1810), fue un financiero de origen francés y naturalizado español. Hijo de Domingo Cabarrús Fourcade, propietario de una casa de comercio en la ciudad francesa de Bayona. Cuando tenía 18 años, su padre le envió a Zaragoza (España) para que completase su formación como negociante en casa de un francés que había triunfado en la capital aragonesa. Se casó con la hija de su anfitrión, Antonia Galabert Casanova, y se establecieron en Carabanchel Alto (Madrid). De este matrimonio nació Teresa Cabarrús. Sus cualidades para las finanzas y su visión ilustrada de la sociedad le granjearon la amistad de Gaspar Melchor de Jovellanos y de los condes de Campomanes, Floridablanca y Aranda. A Cabarrús se debió la idea de emitir vales reales para hacer frente a los gastos de la guerra con Reino Unido (1779-1783), y en 1782 el proyecto de creación del Banco de San Carlos, primer banco nacional español. En 1789 Carlos IV le otorgó el título de conde de Cabarrús. Creó asimismo la Compañía de Comercio de Filipinas e inició el Canal de Cabarrús, hoy en día Canal de Isabell II. Se interesó también en varios proyectos para la apertura de canales de navegación, que nunca se completaron. Uno de ellos fue el Canal de Guadarrama, con la pretensión de abrir una vía navegable desde Madrid hasta el Atlántico, vía la conexión con el Gualquivir. Igualmente se interesó por hacer navegable el río Llobregat en Barcelona y así dar impulso a la zona, siguiendo los buenos resultados obtenidos en Francia con el canal del Midi y el canal del Languedoc. Su carrera se vio alterada por la enemistad con importantes personajes políticos. Cuestionado por sus ideas y por un supuesto fraude, fue encarcelado en 1790. Dos años más tarde, cuando recobró la libertad, volvió a ocupar altos cargos durante los reinados de Carlos IV y José I Bonaparte. En 1809 José Bonaparte lo nombró Caballero Gran Banda de la Orden Real de España, máximo rango de la máxima condecoración que podía lucir un afrancesado. Murió en Sevilla en 1810, siendo ministro de Finanzas con José I Bonaparte. Fue enterrado en la Capilla de la Concepción de la catedral de Sevilla, en panteón próximo al del Conde de Floridablanca. En 1814, acabada la Guerra de la Independencia, su cadáver fue exhumado y precipitados sus huesos en la fosa común del Patio de los Naranjos, donde se enterraba a los reos de pena capital. Según otras versiones, sus huesos fueron arrojados al Guadalquivir.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Pepita Tudó




Josefa Petra Francisca de Paula de Tudó y Catalán, Alemany y Luesia, más conocida como Pepita Tudó o Josefina Tudó (Cádiz, 19 de mayo de 1779 – Madrid, 20 de septiembre de 1869) es famosa por su prolongada (y polémica) relación con el político Manuel Godoy.
Huérfana del artillero de Cádiz Antonio de Tudó y Alemany, vive desde los 16 años (junto con su madre Catalina y sus hermanas Magdalena y Socorro) en la casa de Manuel Godoy, a la que había acudido su madre reclamando los pagos atrasados de viudedad.

Pepita era amante de Manuel Godoy ya en 1800, pero la reina obligó a éste a que contrajera matrimonio con la princesa María Teresa de Borbón (matrimonio por otra parte muy favorable a Godoy en lo socioeconómico). En 1828 al fallecer María Teresa pudieron oficialmente contraer nupcias Pepita Tudó y Manuel Godoy, si bien se considera que habían realizado años antes un matrimonio secreto. En 1805 naEn 1807, a instancias del influyente Godoy, Carlos IV concedió a Josefina Tudó los títulos de condesa de Castillo Fiel y vizcondesa de Rocafuerte.

En el transcurso de los años y ya casados y establecidos en París Pepita Tudó y Manuel de Godoy, en un informe secreto de la policía francesa atribuye a "Madame Godoy" en 1831, suntuosas joyas ampliamente exhibidas en brazos y generoso escote, por valor de más de 4 millones de francos. Godoy habia puesto todos sus bienes (por prudencia) a nombre de Pepita Tudó, la cual arrendaría un palacete en la calle Saint-Honoré y una amplia casa campestre en Montigny. Asimismo obtuvo un préstamo de 600.000 francos del parisiense Banco Rollac, garantizado con parte de unas joyas no de su propiedad, sino de unos compatriotas amigos refugiados en Francia. En 1834, ya muerto Fernando VII, la Tudó volvió a Madrid para negociar la restitución de los bienes de Godoy.

El dramaturgo español Ceferino Palencia escribió la novela Pepita Tudó inspirándose en este personaje. Aunque quizás lo más interesante de Josefina Tudó es que, con altísimas probabilidades, es ella la retratada en los justamente célebres cuadros de Goya: La maja vestida y La maja desnuda.ce el hijo de ambos, Manuel, y en 1807 un segundo hijo, Luis.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Pedro Pizarro




Pedro Pizarro (c. 1515 Toledo - c. 1602 Arequipa) fue un cronista y conquistador español. Tomó parte en la mayoría de los sucesos de la conquista española del Perú, y escribió una crónica extensa de ellas bajo el título Relación del Descubrimiento y Conquista de los Reinos del Perú.

Pedro Pizarro nació alrededor de 1515 en la ciudad de Toledo. Era primo hermano por parte de padre de Francisco Pizarro y sus hermanastros Gonzalo Pizarro, Hernando Pizarro, Juan Pizarro y Martín de Alcántara. Se unió a Francisco cuando éste salió de España para su tercera expedición al Perú junto a sus hermanos. Salieron de Sanlúcar de Barrameda en febrero de 1530 y llegaron a Tumbes en enero de 1531. Pedro inicialmente sirvió como paje a su primo Francisco, pero a partir de 1533 prestó servicio militar activo como soldado de caballería. Como tal, tomó parte en la mayoría de los principales acontecimientos de la conquista del Imperio Inca, principalmente durante las campañas contra Manco Inca. Luchó en la Batalla de las Salinas (26 de abril de 1538) contra Diego de Almagro, rival y ex compañero de Francisco Pizarro. A continuación, tomó parte en la fundación de la ciudad de Arequipa (15 de agosto de 1540) donde se estableció. Los almagristas se rebelaron de nuevo en 1541, asesinando a Francisco Pizarro, por lo que Pedro luchó en la Batalla de Chupas (16 de septiembre de 1542) bajo el mando de Cristóbal Vaca de Castro.5 Cuando Gonzalo Pizarro se rebeló contra la corona española, Pedro rechazó su solicitud para unirse a su rebelión. Sin embargo, su lealtad fue puesta en duda por una carta que escribió a su primo el 18 de diciembre de 1546, que muestra algunas vacilaciones en su lealtad, probablemente motivadas por consideraciones materiales. Esta carta cayó en manos de Pedro de la Gasca, un emisario enviado por la Corona Española para pacificar el país. La Gasca utiliza la carta como una excusa para negar los beneficios que Pedro Pizarro reclamó tras la Batalla de Xaquixaguana (9 de abril de 1548), donde fue derrotado Gonzalo Pizarro.

A pesar de este rechazo, Pedro Pizarro se podía considerar un hombre rico y bien recompensado. Siendo muy joven, fue padre de una hija natural, Isabel Pizarro, y más tarde tuvo numerosos hijos legítimos. Pedro Pizarro se casó dos veces: su primera esposa fue María Cornejo, pero nada se sabe acerca de su segunda esposa. La fecha exacta de su muerte es desconocida; sucedió después de 1571, cuando terminó de escribir su crónica y podría haber tenido lugar en fecha tan tardía como 1602, cuando el virrey de Nueva España, Luis de Velasco, hizo una concesión a un tal Pedro Pizarro, que se cree que también pudo haber sido uno de los hijos del cronista.

Basada en su experiencia personal desde 1531 hasta 1555, Pedro Pizarro escribió una crónica de la conquista española del Perú, que terminó en 1571 bajo el título «Relación del Descubrimiento y Conquista de los Reinos del Perú». Hubo un manuscrito de la obra en la Biblioteca Nacional de España que, sin embargo, se perdió, y la única copia restante se encuentra en la Biblioteca Huntington en San Marino (California). Este trabajo permaneció manuscrito hasta de su inclusión en el quinto volumen de «Colección de documentos inéditos para la historia de España», publicado en 1844 en Madrid. Su primera traducción al inglés fue publicada por Philip A. Means en 1921 en Nueva York, y la edición moderna estándar en español fue editada por Guillermo Lohmann Villena en 1978 en Lima.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Bartolomé Ruiz



En 1511 fue reconocido como Piloto Experto bajo las órdenes del Almirante Cristóbal Colón. Se desconoce la fecha en que pasó a América con su hijo Martín Yáñez de Estrada y su hermano Bartolomé Díaz, que le seguirán en todas sus empresas. Primero acompañó a Lorenzo de Aldana en sus viajes por las costas de Panamá. En 1524 Francisco Pizarro y Diego de Almagro se asocian e inician con 160 hombres, entre los cuales se encontraba el piloto moguereño Bartolomé Ruiz, la conquista de los reinos situados al sur. Navegan por espacio de sesenta días por el actual litoral colombiano, soportando duros enfrentamientos con los indios de la costa sur de Panamá. Pizarro llega a recibir hasta siete lanzadas y Almagro pierde un ojo que le quebraron de un flechazo. Bartolomé Ruiz avistó en su nave la Isla del Gallo frente a la actual Tumaco en las costas ecuatorianas, visitó la punta de Manglares, el río Santiago, Puma Lagartos, Punta de Ostiones, islas del Corcovado, el cabo de San Francisco - así llamado en honor a Pizarro -, el morro de Jama, la punta Pedernales o Palmar, el poblado de San Juan de Coaques donde halló a los indios Muisnes o Cojimíes que fueron tan amigables que pidieron que les dejara al soldado Bocanegra con ellos y al regreso le recogieron enjoyado y cubierto de oro. De Coaques partió hacia la línea equinoccial que cruzó sin problemas, pasó a la bahía de los indios Caráquez y a la de San Mateo, allí encontró a la población de Jocay, hoy Manta. Entonces enfiló hacia el adoratorio de la diosa Umiña en una isla que por la abundancia de plata la llamó así. Una vez se hizo con abundantes joyas de ese metal, regresó, hallando por el camino una balsa grande de comerciantes indígenas de Salangone, los cuales dieron informaciones de gran valor sobre las costas hasta el norte. En abril de 1526, tras superar toda clase de calamidades e inclemencias climáticas, arriban a la isla del Gallo. Allí se apodera de Pizarro y sus 85 hombres la decepción y el cansancio. Es entonces cuando tuvo lugar la famosa escena de los Trece de la Fama. Pizarro trazó con su espada una raya en la arena y dijo:
El que cruze esta raya, se viene conmigo al Perú a ser rico y famoso, al Norte, le espera Panamá, la pobreza y deshonra.

Bartolomé Ruiz fue el primero de los trece que la atravesaron, embarcando posteriormente hacia Panamá a recabar nuevos auxilios de los socios Almagro y Luque para proseguir la empresa. Unidos avanzaron hacia el sur, ruta ya conocida por Bartolomé Ruiz, y en septiembre de 1527 arribaron a la península de Santa Elena y poco después al golfo de Guayaquil y costas de Tumbes, donde construyeron una fortaleza denominada Nueva Valencia.

En 1529 se ausentó a España a fin de contratar con la Corona el derecho de conquista sobre tan amplia región del nuevo mundo, Bartolomé Ruiz pasó con Nicolás Rivera y dos buques al puerto de Posesión, a fin de preparar auxilios en Nicaragua y, como Pedrarias se oponía en el fondo al proyecto de Pizarro, hizo instaurar un juicio para averiguar la forma en que se sacaba a los españoles. Pero Bartolomé Ruiz regresó a Panamá con muchísimos de ellos, al punto que la otra nave del capitán Juan Cabezas tuvo que dejar algunos porque se encontraba sobrecargada y corría peligro de hundirse.

El 26 de julio de 1529 firmó Pizarro en Toledo las Capitulaciones con el Emperador Carlos V. En ella se otorgan a Bartolomé Ruiz los honores y derechos de «'Hidalgo, Caballero de la Espuela Dorada, Piloto de la Mar del Sur con 75.000 maravedises de salario por año y Regidor Perpetuo de Tumbes». Igualmente logró el título de Escribano de Tumbes para uno de sus hijos, pero dichas mercedes no le parecieron suficientes a Bartolomé Ruiz e intervino Almagro para tranquilizarle, sin que llegara a reconciliarse del todo con Pizarro. Por ello quedó en Panamá en 1530 con Almagro, esperando a la gente de Nicaragua, mientras Pizarro seguía la conquista del Perú.

Apresado el Inca Atahualpa en Cajamarca en 1532, Bartolomé Ruiz arribó en tres naves a las costas de Tumbes, pasando con su gente a Piura y Cajamarca. En esta última ciudad falleció súbitamente de fiebres. Tenía 50 años y estaba considerado el mayor práctico en navegación en todos estos mares.


martes, 13 de septiembre de 2011

Hernando de Santillán y Figueroa

Hernando de Santillán y Figueroa (Sevilla? c. 1519-Lima el 8 de junio de 1574) Hombre de letras español, creador de la Tasa de Santillán en Chile, que regulaba las encomiendas y el trabajo de los indígenas chilenos. Oidor (o juez, jurado) de la Real Audiencia de Lima en 1548. En 1557 viajará a Chile junto al nuevo Gobernador designado por el Rey de España para controlar esa provincia, García Hurtado de Mendoza, quien lo nombrará como Oidor de justicia mayor y Teniente General.

Pocos datos existen sobre su niñez y juventud, posiblemente nació en Sevilla o algun lugar de Andalucía, aproximadamente en 1519. Su mayor ancestro paterno conocido fue Luis García de Santillán, Justicia Mayor de Sevilla, casado con María Sánchez Coronado, de cuya unión provino Pedro de Santillán, Caballero de la Orden de Santiago. De su matrimonio con Isabel de Ramonte, nació Hernando de Santillán y Ramonte, padre del Oidor. Su madre, Leonor de Figueroa y Alencastre, era hija de Juan de la Cueva y de Figueroa, emparentado con los Duques de Feria y de Alburquerque, y de Beatriz Ponce de León, de la Casa de los Duques de Arcos.

Tras haber sido ministro en la Real Chancillería de Granada, lo era en la de Valladolid cuando fue nombrado oidor en la Real Audiencia de Lima, sin embargo deberá enfrentar una Rebelión de los Encomenderos que si bien fue controlada demostró los problemas que enfrentaban los españoles con las regulaciones al trabajo de los indígenas. Frente a los conflictos del nuevo virrey García Hurtado de Mendoza con las antiguas autoridades, Santillán apoyará permanecerá fiel al rey y al Virrey nombrado ganándose la enemistad de los demás. Cuando se necesito pacificar los ánimos en Chile entre los conquistadores el gobernador nombrará Capitán General (Gobernador) a su propio hijo homónimo y Teniente general a Santillán quienes en 1555 llegarán Chile y deberan enfrentar los mismos problemas con los Encomenderos locales. Santillán entonces redactará las normas posteriormente conocidas como Tasa de Santillán ganándoselas críticas de los encomenderos debiendo regresar a Lima en 1559, donde sufrirá un juicio de residencia terminando suspendido en sus funciones y desterrado del Perú. Debiendo regresar a España a defenderse. Si bien pudo regresar a hacerse cargo de fundar la Real Audiencia de Quito, nuevamente tendrá problemas por sus arrebatos verbales con sus enemigos y deberá volver a defenderse en España. Fianlmante optó por la vida eclesiástica, y a pesar que le ofrecieron la Cancillería de Granada no aceptó, prefiriendo ser Obispo de la Plata aunque falleció tres meses después de llegar, el 7 de junio de 1575.
rente a los malos tratos de los españoles hacia los indígenas y las rebeliones de estos se dedica a estudiar la situación presentó al Gobernador un proyecto que si bien seguía manteniendo la encomienda, reformaba la situación existente. El gobernador Hurtado de Mendoza el 20 de enero de 1559 proclamará la Tasa de Santillán. Esta estipulaba los siguientes puntos:
  • Mantuvo el sistema de mita acostumbrado del imperio inca, que consistía en la obligación del cacique de un grupo de enviar uno de cada 6 indígenas para trabajo en las minas o lavaderos de oroUno de cada 5 indígenas para el trabajo agrícola.
    Los indígenas debían ser mantenidos por los encomenderos
    Debían sanarlos en caso de enfermedad,
    Evangelizarlos
    No hacerlos trabajar los domingos y festivos.
    No debían trabajar las mujeres, los hombres menores de 18 años ni mayores de 50

domingo, 11 de septiembre de 2011

Fernando de Andrade de las Mariñas



Fernando de Andrade de las Mariñas (Puentedeume, 1477 - 1540), I conde de Andrade y II de Villalba, señor de Puentedeume y de Ferrol, fue un noble y militar español, participante destacado en las guerras italianas.

En febrero de 1503 zarpó de Cartagena con la armada de Luis Portocarrero en dirección al reino de Nápoles, donde las tropas de Gonzalo Fernández de Córdoba eran acosadas por el ejército francés del virrey Luis de Armagnac en el transcurso de la segunda guerra de Nápoles. En marzo llegaron a Mesina, en Sicilia, desde donde cruzaron a Regio. Portocarrero moriría de unas fiebres poco después de su llegada, dejando a Andrade al mando de las fuerzas españolas en Calabria. Unido a las tropas de Hugo de Cardona, Manuel de Benavides y Antonio de Leyva, Andrade afrontó el encuentro con el ejército francés de Bérault Stuart d'Aubigny, al que derrotó en la batalla de Seminara en abril de 1503. Fue enterrado en la iglesia de Santiago de Pontedeume.

Fue hijo de Diego de Andrade, de quien heredó el título de conde de Villalva y señor de Andrade , y de Teresa de Haro, señora de las Mariñas. Casó con Francisca de Zúñiga y Ulloa, II condesa de Monterrey (que ya tenía descendencia de un matrimonio anterior), con quien tuvo varios hijos:1 Teresa, que heredó los títulos nobiliarios de su padre. Se casó con el IV conde de Lemos Fernando Ruiz de Castro Osorio y Portugal.Urraca.Catalina, casada con Fernando de Silva, conde de Cifuentes.Fernando de Andrade.2

viernes, 9 de septiembre de 2011

El Destructor

Los buques conocidos como Destructores, son de origen español.

En la década de los 1880 se empezó a sentir la necesidad de buques capaces de proteger a las escuadras de los ataques de los pequeños y rápidos torpederos, para lo cual se empezó a crear una variación de estos buques llamado en aquel entonces torpedero de alta mar, que acabaría evolucionando en un tipo de buque específico llamado destructor. Sin embargo, las serias limitaciones de los torpederos para navegar en mar abierto, puestas de manifiesto en diversos ejercicios realizados por marinas extranjeras, no dejaron de observarse también en España con preocupación, dada la confianza puesta en este tipo de buques; ello motivo que en el otoño de 1.885, el ministro de Marina, Manuel de la Pezuela y Lobo , encargara al teniente de navío de 1ª Fernando Villaamil que realizara un estudio para el diseño de un buque con mayor radio de acción, mejor habitabilidad y para poder acompañar a las escuadras y defenderlas de los torpederos enemigos, además de poder actuar también como tal. Villaamil solicitó proyectos a varios astilleros británicos y finalmente, en 1885, eligió el presentado por el astillero de James & George Thompson de Clydebank (Escocia) y que fue bautizado Destructor.

Tenía las siguientes características: 58,74 m de eslora, 7,63 m de manga, 2,92 m de puntal, 380 t de desplazamiento, casco de acero con 22 mamparos estancos transversales, aparejo compuesto de tres palos abatibles con velas guairas y dos foques, propulsión por dos hélices gemelas movidas por dos grupos de máquinas alternativas de tres cilindros (triple expansión del vapor) que desarrollaban una potencia de 3.800 cv, cuatro calderas tipo locomotora con tiro forzado por ventiladores, 22,5 nudos de velocidad máxima, autonomía de 4.500 millas. El armamento instalado era un cañón Hontoria de 90 mm a proa, 4 cañones de tiro rápido sistema Nordenfelt de 57 mm, en el centro y popa, y 2 cañones revólveres Hotchkiss a popa de la cubierta del castillo. Llevaba además 2 tubos lanzatorpedos a proa y otro a popa, para torpedos Schwartzkopff . El coste total fue de 38.000 libras esterlinas.

Las pruebas de mar se hicieron en Clydebank en enero de 1887, y en ellas el buque alcanzó una velocidad de 22.5 nudos con una potencia de máquina de 3.764 caballos. El Destructor fue formalmente entregado a la Marina española el 19 de enero de 1887, tomando el mando el propio Fernando Villaamil. Cinco días más tarde, zarpó de Falmouth con rumbo a España y menos de 24 horas después estaba frente a la costa gallega, habiendo hecho una media de 18 nudos y alcanzando más de 23.1 En 1898, fue asignado a la defensa de la base naval de Cartagena en la tercera división de torpederos junto con el Retamosa y el Rigel A comienzos del siglo XX, se le sustituyeron sus calderas por unas nuevas calderas Normad, cambiando desde ese momento sus dos chimeneas colocadas transversalmente una forma más tradicional sobre la línea de crujía del buque.2 Fue dado de baja el 1 de enero de 1908,2 en 1911 fue subastado para desguace con un precio de salida de 65.500 pesetas.3 Sus máquinas, fueron montadas en los talleres del Arsenal de la Carraca, donde funcionaron hasta la década de 1920

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Ana María de Soto



Ana María de Soto, militar española. Nacida en Aguilar, Córdoba, fue la primera mujer que sirvió en los Batallones de Marina (Infantería de Marina). Con 16 años, el 26 de junio de 1793, haciéndose pasar por varón con el nombre de Antonio María de Soto, se alistó en los Batallones de Marina. Embarcó en la fragata Mercedes el 4 de enero de 1794. Durante su vida militar, sirviendo como soldado en la 6.ª compañía del 11 batallón de marina, participó en el ataque a Bañuls (sic) (Banyuls-sur-Mer), en Cataluña y en la defensa y abandono de Rosas, así como en la Batalla del Cabo de San Vicente y en las lanchas cañoneras de la defensa de Cádiz. Desembarcó de la fragata Matilde el 7 de julio de 1798, y se le concedió la licencia absoluta el 1 de agosto de 1798 al descubrirse, por sorpresa, su condición de mujer cuando fue sometida a un reconocimiento medico rutinario. En atención a la heroicidad demostrada y a su acrisolada conducta, S.M. el Rey le concedió el 24 de julio de 1798 sueldo y grado de sargento, para que pueda atender a sus padres. El sueldo era de dos reales de vellón diarios, y se le autoriza a emplear los colores de los batallones de marina y los divisas de sargento de los mismos en sus ropas de mujer.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Juan Fernández




Juan Fernández (n. Cartagena, España; c.1528/1530 - f. Santiago de Chile; 1599), marino español, descubridor del archipiélago de Juan Fernández. Junto a Hernando de Lamero y Juan Jufré, fueron los marinos que concernieron al Reyno de Chile.

Fue capitán y piloto mayor. Bordeó las costas occidentales de América del Sur. Descubrió las islas de San Félix y San Ambrosio y el archipiélago de Juan Fernández entre 1563 y 1574. Navegando más alejado de la costa encontró una nueva ruta marítima que evitaba la corriente de Humboldt (1583), con lo cual se acortaban los tiempos de viaje de la ruta norte-sur entre El Callao (Perú) y Valparaíso (Chile), siendo el tiempo total del trayecto 30 días en vez de seis meses. En 1564, después de más de tres lustros de experiencia en la Callao-Valparaíso-Callao, logró destacarse al alcanzar el récord ya mencionado, aparte de haber avistado el archipiélago que luego lo inmortalizaría, el 22 de noviembre del mencionado año, desde una distancia de 10 millas marinas y en circunstancias que servía como maestre del navío "Nuestra Señora de los Remedios".

El probable viaje de Juan Jufré y Juan Fernández a la Oceanía, ocasión en la cual habrían descubierto Nueva Zelanda para España a fines de 1576, se basa también en un documento que presentó a Felipe III el licenciado Juan Luis de Arias, alrededor del año 1615.
En cuanto a las referencias de las mencionadas tierras descubiertas por Juan Fernández, se hace saber que de acuerdo al relato existente se trataba de un suelo montañoso, fértil y poblado por gente blanca (Nueva Zelanda y los Maorí), de ríos caudalosos y que contaban con todos los frutos necesarios para subsistir. Historiadores extranjeros de conocido prestigio, como Alexander Dalrymple y Burney1 entre otros, indican que «Juan Fernández fue el descubridor de Nueva Zelanda y distintos europeos creen que incluso visitó Australia», basándose en el documento de Arias y las descripciones del terreno y de los ríos, aparte que indican el año de 1576 como fecha de la expedición,1 lo cual es coincidente. Sin embargo, gracias al historiador José Toribio Medina1 se tuvo un conocimiento más cabal sobre el grado de certeza de esta épica expedición y fue así como llegó a tener en sus manos una carta de Rodrigo de Quiroga, Gobernador de Chile entre los años 1573 y 1580, dirigida a SMC. el Rey, en la cual le refiere el viaje de Juan Fernández a Nueva Zelanda y Australia, la cual a la fecha no ha sido hallada en los depósitos del Archivo Nacional, no obstante son numerosos y coincidentes los otros antecedentes que configuran como cierta la posibilidad señalada, la cual no tuvo mayor realce en sus días, ante la obstinación del virrey del Perú de no haber facilitado su ejecución.

En una nota a pie de página del capítulo titulado Descripción séptima: La isla de Charles y el Rey Perro, perteneciente a su libro Las Encantadas3 (1854), el escritor Herman Melville escribió: Los españoles americanos han tenido el hábito, por largo tiempo, de hacer regalos a individuos meritorios. El piloto Juan Fernández obtuvo una escritura de la isla con su mismo nombre, y por unos años residió allí antes de que llegase Selkirk. Se supone, sin embargo, que finalmente se deprimió en su propiedad principesca, pues tras un tiempo retornó al continente y, según se cuenta, llegó a ser un barbero muy charlatán en la ciudad de Lima.
No se debe confundir con su homónimo, el también capitán Juan Fernández, marino español e igualmente destacado en el sur de Chile, quien en 1620 fue el primer europeo en tomar contacto con el Lago Nahuel Huapi en la actual Argentina.

viernes, 2 de septiembre de 2011

Alberto Rodríguez de Lista y Aragón



Alberto Rodríguez de Lista y Aragón (Sevilla, 15 de octubre de 1775 - Sevilla, 5 de octubre de 1848)

Hijo de Francisco Rodríguez de Lista y de Paula Aragón, propietarios de una fábrica de telares de seda en el barrio sevillano de Triana, fue un niño superdotado hábil en matemáticas y humanidades; estudió en la Universidad de Sevilla Filosofía y Teología y además Matemáticas, materia en la que a los trece años de edad fue sustituto en la cátedra que sostenía la Sociedad Económica de Sevilla; desde 1796 enseñó esta materia en el Real Colegio de San Telmo de la capital hispalense. Fue ordenado sacerdote en 1803; colaboró como poeta en El Correo Literario y Económico de Sevilla (1803-1808) y le influyeron fuertemente las ideas filantrópicas del enciclopedismo, por lo que fue un entusiasta panegirista del Conde de Floridablanca; si bien cantó entusiásticamente La victoria de Bailén y redactó la Gaceta del Gobierno que dirigía Capmany y El Espectador Sevillano, abrazó la causa josefina dedicando, según Chaves, cantos al mariscal Soult y transformándose en su progandista, y hasta escribió discursos y arengas para el ejército extranjero. Pero cambió de ideología, al fundar con Matute la Gaceta Ministerial de Sevilla (1808-1809) y obtuvo una media ración de la Catedral hispalense. A consecuencia de todo esto tuvo que exiliarse por afrancesado al acabar la Guerra de la Independencia; regresó a España en 1817; estuvo en Pamplona y en Bilbao y al fin se afincó en Madrid con el triunfo de la revolución de Rafael del Riego. Allí colaboró en el Periódico del Ministerio de Gobernación de la Península (1823) y fundó con otros dos afrancesados, Sebastián de Miñano y Hermosilla, la revista El Censor (1820-1822), la de contenido más intelectual de su época, y más tarde El Imparcial (1821-1822), y además el privado Colegio Libre de San Mateo; para sus alumnos compuso e imprimió la Colección de trozos escogidos y el Tratado de matemáticas puras y mixtas, pero, acusado de enseñar doctrinas contrarias a la religión y al orden, se cerró el centro (posteriormente pasaría a realizar sus actividades la Academia del Mirto) y se le obligó a expatriarse a la caída del Trienio Liberal. Estuvo en Bayona al frente de la Gaceta de Bayona. En 1827 volvió; permaneció algún tiempo en San Sebastián como redactor de La Estafeta de San Sebastián (1830-1831). Con la muerte de Fernando VII volvió definitivamente a Madrid en 1833 para dirigir la Gaceta de Madrid hasta julio de 1837, en cuya redacción tuvo a sus órdenes a Hartzenbusch, Cándido Nocedal, Salvá, Eugenio de Ochoa, Pérez Anaya, Francisco de Paula Madrazo, Navarrete y algunos otros, y se le ofreció el obispado de Astorga, pero lo rechazó; dirigió además La Estrella, periódico a favor de la causa de Isabel II y Cea Bermúdez, y en 1836 ocupó una cátedra en el Ateneo de Madrid y explicó matemáticas en la Universidad Central; luego marchó a Cádiz y allí se dedicó a la enseñanza en el Colegio San Felipe Neri de Cádiz y colaboró en El Tiempo (1839-1840) de Cádiz: Luego fue a Sevilla y enseñó en la Academia de Bellas Artes y en la Universidad de Sevilla. Presidió allí la Academia de Buenas de Letras y fue nombrado canónigo de la catedral hispalense al fin. Entre otros discípulos tuvo a José de Espronceda, Antonio Cavanilles, Patricio de la Escosura, José María Tenorio Herrera, Luis de Usoz, Juan Bautista Alonso, López Pelegrín, Mariano José de Larra, Eugenio de Ochoa, Pezuela, Mariano Roca de Togores y Ventura de la Vega. Ingresó en 1847 en la Real Academia de la Historia con un discurso sobre el Carácter del Feudalismo en España en el que negaba su existencia. Se condujo siempre con actitud política acomodaticia y oportunista, pero cuando le dejaban expresarse libremente se mostraba radicalmente liberal. Aunque tuvo como modelos a escritores clásicos del siglo XVI y del Neoclasicismo, en su obra ya se anuncia un Romanticismo que llegaría poco después por la gran importancia que dio a lo personal e íntimo en sus composiciones. En su obra pedagógica puede observarse la contradicción entre su profesión eclesiástica y sus tendencias masónicas. Sus poesías no se volvieron a publicar hasta 1927; poseen un valor muy superior al que le suelen asignar los que no las han leído. Han escrito sobre él Juretschke, Fernández Espino, Antonio Ferrer del Río, Pérez Anaya y Manuel Chaves entre otros.

  • En 1788, con trece años ocupó la cátedra de matemáticas de la Sociedad de Amigos del País
  • En 1789 fue Bachiller de Filosofía
  • En 1795 fue Bachiller de Teología en Sevilla
  • En 1798 Cátedra de Matemáticas en el colegio de San Diego de Sevilla
  • En 1808 Cátedra de Retórica y Poética en la Universidad de Sevilla. Cargo que abandona en 1813 por afrancesado.
  • Como clérigo fue canónigo de la Catedral de Sevilla y profesor del Real Colegio de San Telmo